Los alumnos crean su propio examen
y se examinan con preguntas propias.
Alumnos de Matemáticas de 1º y 2º de ESO.
Una tarea que consolida el verdadero aprendizaje.
y se examinan con preguntas propias.
Alumnos de Matemáticas de 1º y 2º de ESO.
Una tarea que consolida el verdadero aprendizaje.
Justificación:
Era una idea que rondaba en mi cabeza desde que leí el post de Inma Mur Vamos a empezar a cambiar la forma de evaluar profesora de Escuelas San José de Valencia, una persona muy entusiasta, a la que agradezco sus consejos y aportaciones.
Si revisamos la Taxonomía de Bloom, es en el proceso de creación de materiales propios cuando se llega al último escalón del aprendizaje, y eso sólo es posible si se han superado todos los escalones inferiores.
Así lo hemos secuenciado:
En primer lugar, se ha distribuido la clase cooperativa de otra forma. Los grupos fueron homogéneos, por un lado, los alumnos que tenían una o varias evaluaciones suspensas y por otro, los alumnos que tenían todo aprobado y solamente tenían que presentarse a la última parte.
Los exámenes propios los realizarían los alumnos con todo aprobado, mientras que los otros se dedicarían a repasar y estudiar la asignatura.
Durante dos sesiones, propuse a los alumnos aprobados que realizasen una síntesis de la parte de la que tenían que examinarse. No les dije para qué, simplemente que era muy importante que lo hicieran bien.
En la tercera sesión les hablé de la Taxonomía de Bloom y después llegó la sorpresa: "ahora con este resumen, tenéis que elaborar un examen de 6 preguntas, y de todos ellos, escogeré las 6 preguntas de las que constará el examen". Las caras de los alumnos no tenían precio: asombro, alegría, incredulidad...
No fue tarea fácil, era una situación a la que nunca se habían enfrentado.
Al finalizar la sesión los alumnos me entregaron sus exámenes. En casa los corregí, les añadí anotaciones, errores, etc.
Al día siguiente se los entregué. Y después de ver sus fallos, anotaron sus preguntas y las iban intercambiando entre ellos. Unos alumnos retando a otros. Surgieron dudas, los alumnos explicaban su ejercicio, se corregían, se ayudaban... En esa clase disfruté como mera espectadora, mientras yo trabajaba con mis alumnos de evaluaciones suspensas.
El día del examen llegó, caras de alegría al comprobar sus ejercicios. Está chupado, pensaban. Habían realizado una labor encomiable, se habían pasado ejercicios entre ellos, habían resuelto los de TODOS. Habían estudiado seguro mucho más que en una situación normal.
Los resultados: ¡INMEJORABLES!
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